¿Puedes recordar algún momento en el que: casi has superado algo en tu interior, ya casi has entrado en una nueva fase de tu vida, y te encuentras en ese punto en el que es preciso tomar una decisión importante?

Sin embargo, en esa situación, hay algo que te está reteniendo, igual que si estuvieses atado con una goma elástica.

Te mueves hacia delante, pero al mismo tiempo, también te sientes arrastrado hacia atrás por las antiguas emociones, por los viejos patrones y dificultades.

¡Es algo muy frustrante! Sin embargo, este no es el momento de detenerse a reflexionar y analizarlo todo de nuevo.

Debes seguir avanzando y dar un paso más hacia tu nueva realidad sin miedo.

¡Rompe la goma de una vez por todas, ya casi has llegado!